Se trata de un sendero circular que discurre por la abrupta costa de Tijarafe para acabar en el Porís de Candelaria, uno de los rincones más genuinos de la isla. Es una ruta engañosa, ya que puede parecer corta y fácil, pero hay que tener en cuenta el gran desnivel que salva. Durante el recorrido, se pasa por lugares como el Topo de Capote, Lomo del Viudo, Las Lajitas, el Descansadero de la Higuera de Las Barqueras o las Cuevas de Los Barqueros hasta llegar a Punta de las Salemas, descendiendo hasta al Proís de Candelaria con su bahía y sus cuevas.